*[...]"Y es que las preguntas verdaderamente serias son aquellas que pueden ser formuladas hasta por un niño. Sólo las preguntas más ingenuas son verdaderamente serias. Son preguntas que no tienen respuesta. Una pregunta que no tiene respuesta es una barrera que no puede atravesarse. Dicho de otro modo: precisamente las preguntas que no tienen respuesta son las que determinan las posibilidades del ser humano, son las que trazan las fronteras de la existencia del hombre"M.K
Estoy fijándome que la letra “e” me baila; normal escribo mucho y rápido.
Hace tiempo que este portátil y mis manos ,teclean sin mirar las letras a una velocidad, en la que las uñas ya han dejado su mueca sobre la letra “m”.
Hacía tiempo que no me fijaba en el teclado. Es más muchas de las teclas ni las uso, quizás algún día averigüe para que valen, será cosa de ir toqueteando a ritmo lento, como el médico que golpea en la rodilla, para ver qué sucede, cuántos reflejos nos da esa acción..
Las palabras y las frases se han filtrado bajo todo el abecedario, incluso pringan el teclado numérico; esas frases escalonadas, encabezadas por el uno y terminadas por el diez, que parecen mandamientos.Cómo encasillan, te meten en un corsé y aprietas la respiración hasta conseguir el infinito resultado de tener una cintura más estrecha, y unas caderas más prominentes..
Va!! Intento retomar la letra “e”, se ha vuelto a salir del teclado, y bajo ella, había un trozo galleta. Ahora que me fijo en la letra “Q” hay una ligera mancha de tea .”Pometo no tomar el tea mientras escribo..” me digo una y otra vez..., mucho menos abrir galletas, pero cuando lo pienso bien, son los únicos ratos de asueto donde las teclas tienen hambre de frases, así que un trapo las acariciará y en breve, el nuevo tintineo de las uñas y dedos, a velocidad consentida, harán su aparición.
Me he parado para ver el texto que escribo..No tiene nada especial, si no fuera, porque el otro lado hay alguien, que ya pensó en sus propias teclas, y se comió sus propias galletas, o quizás tenga todo un arsenal bajo la letra “ñ”.
La letra “l” me mira como un soldado, fijo, desafiante.
Buscando vocales, la “o” está cilíndrica.Rueda como una rueda, y la "r" rueda con ella, sin fin. Va imantando las demás consonantes; le crece la barba algunas veces, se hace tan masculina…que la “a” la sonría pintando su rabillo de “o” de ojo..
Para cruzar este puente de letras, necesito la “h”pero en mayúsculas;cuando está en mayúsculas es el tobogán de todas las vocales. Silenciosa, tímida, discreta, pero sin ella , las palabras pierden belleza. Algunas veces tiene frío, porque suele dormir al intemperie, al principio de las palabras que es donde más vendaval hay. Se refugia entre las palabras.
Mientras la “m”, borrosa de mi teclado, convence a la “n”, para cambiar duplicarse como ella y ser delante de “p” y de “b” otra “m” cualquiera…
Cuando pasa la “s” por la "construcción sin casco" de las letras, los obreros restantes, todas miran sus curvas “silabeando“.Si la pongo al principio de las palabras, las hace dulces, pero al final las comparte con más de dos, algunas veces hace orgías..y es infiel en alguna provincia con la "z" ..
La “z” es como un paso de cebras, confusa con el semáforo de la “c” que como un abrazo extiende sus brazos..pero no alcanza , a sonar distinta..salvo algunas veces que imita a otras..La “z” insiste en existir, junto a la “w” tan minimalista .
La “r” vibra en el paladar y acaricia la “t” en el teclado ,dando la espalda a la “e”.
La “d” es una “o” con sombrilla, para soportar el calor..
La “b” es una “o” con frontera.
La letra sensual es la “x”, aunque cuando se usa al lado de la “e”, después de esta se convierte en pasado las letras..
Mi querida “j” la cosquilla de las letras..
Mi “k” de peso celosa de la “q” y de la “c”.
Mi gutural “g” de ganas… y con la letra “f”, de póster antiguo telegráfico.
Se me han escondido las frases bajo las teclas …, no las encuentro para escribir...
Da la vuelta a tu teclado, sacúdelo con delicadeza y dime qué encuentras..
El mío lo sacudí.., y salieron estrofas de "La insoportable levedad del ser" de Milan kundera, que he decidido volver a leer..
Entre la M y la K...,
pocas veces releo..,
como redoble de tambores..,
tic...tac....tecleo..
Elemne @
"[...] vivir en la verdad, no mentirse a sí mismo, ni mentir a los demás, sólo es posible en el supuesto de que vivamos sin público. En cuanto hay alguien que observe nuestra actuación, nos adaptamos, queriendo o sin querer, a los ojos que nos miran y ya nada de lo que hacemos es verdad. Tener público, pensar en el público, eso es vivir en la mentira." M.K
Estoy fijándome que la letra “e” me baila; normal escribo mucho y rápido.
Hace tiempo que este portátil y mis manos ,teclean sin mirar las letras a una velocidad, en la que las uñas ya han dejado su mueca sobre la letra “m”.
Hacía tiempo que no me fijaba en el teclado. Es más muchas de las teclas ni las uso, quizás algún día averigüe para que valen, será cosa de ir toqueteando a ritmo lento, como el médico que golpea en la rodilla, para ver qué sucede, cuántos reflejos nos da esa acción..
Las palabras y las frases se han filtrado bajo todo el abecedario, incluso pringan el teclado numérico; esas frases escalonadas, encabezadas por el uno y terminadas por el diez, que parecen mandamientos.Cómo encasillan, te meten en un corsé y aprietas la respiración hasta conseguir el infinito resultado de tener una cintura más estrecha, y unas caderas más prominentes..
Va!! Intento retomar la letra “e”, se ha vuelto a salir del teclado, y bajo ella, había un trozo galleta. Ahora que me fijo en la letra “Q” hay una ligera mancha de tea .”Pometo no tomar el tea mientras escribo..” me digo una y otra vez..., mucho menos abrir galletas, pero cuando lo pienso bien, son los únicos ratos de asueto donde las teclas tienen hambre de frases, así que un trapo las acariciará y en breve, el nuevo tintineo de las uñas y dedos, a velocidad consentida, harán su aparición.
Me he parado para ver el texto que escribo..No tiene nada especial, si no fuera, porque el otro lado hay alguien, que ya pensó en sus propias teclas, y se comió sus propias galletas, o quizás tenga todo un arsenal bajo la letra “ñ”.
La letra “l” me mira como un soldado, fijo, desafiante.
Buscando vocales, la “o” está cilíndrica.Rueda como una rueda, y la "r" rueda con ella, sin fin. Va imantando las demás consonantes; le crece la barba algunas veces, se hace tan masculina…que la “a” la sonría pintando su rabillo de “o” de ojo..
Para cruzar este puente de letras, necesito la “h”pero en mayúsculas;cuando está en mayúsculas es el tobogán de todas las vocales. Silenciosa, tímida, discreta, pero sin ella , las palabras pierden belleza. Algunas veces tiene frío, porque suele dormir al intemperie, al principio de las palabras que es donde más vendaval hay. Se refugia entre las palabras.
Mientras la “m”, borrosa de mi teclado, convence a la “n”, para cambiar duplicarse como ella y ser delante de “p” y de “b” otra “m” cualquiera…
Cuando pasa la “s” por la "construcción sin casco" de las letras, los obreros restantes, todas miran sus curvas “silabeando“.Si la pongo al principio de las palabras, las hace dulces, pero al final las comparte con más de dos, algunas veces hace orgías..y es infiel en alguna provincia con la "z" ..
La “z” es como un paso de cebras, confusa con el semáforo de la “c” que como un abrazo extiende sus brazos..pero no alcanza , a sonar distinta..salvo algunas veces que imita a otras..La “z” insiste en existir, junto a la “w” tan minimalista .
La “r” vibra en el paladar y acaricia la “t” en el teclado ,dando la espalda a la “e”.
La “d” es una “o” con sombrilla, para soportar el calor..
La “b” es una “o” con frontera.
La letra sensual es la “x”, aunque cuando se usa al lado de la “e”, después de esta se convierte en pasado las letras..
Mi querida “j” la cosquilla de las letras..
Mi “k” de peso celosa de la “q” y de la “c”.
Mi gutural “g” de ganas… y con la letra “f”, de póster antiguo telegráfico.
Se me han escondido las frases bajo las teclas …, no las encuentro para escribir...
Da la vuelta a tu teclado, sacúdelo con delicadeza y dime qué encuentras..
El mío lo sacudí.., y salieron estrofas de "La insoportable levedad del ser" de Milan kundera, que he decidido volver a leer..
Entre la M y la K...,
pocas veces releo..,
como redoble de tambores..,
tic...tac....tecleo..
Elemne @
"[...] vivir en la verdad, no mentirse a sí mismo, ni mentir a los demás, sólo es posible en el supuesto de que vivamos sin público. En cuanto hay alguien que observe nuestra actuación, nos adaptamos, queriendo o sin querer, a los ojos que nos miran y ya nada de lo que hacemos es verdad. Tener público, pensar en el público, eso es vivir en la mentira." M.K
